Una sonrisa eterna y sus movimientos, precisos y elegantes, la llevaron a ser seleccionada nacional desde muy pequeña.

Todavía no cumplía los 15 años cuando la tapatía debutó en los Juegos Centroamericanos de San Salvador en 2002.

Nunca se imaginó, que de ese viaje, regresaría con una cosecha de seis medallas, cinco de oro y una de plata.

"Fue increíble subir al podio; es lo mejor que puede experimentar un deportista. Me gustaría que al menos pudiera repetir las seis medallas en Cartagena. Creo que he madurado y tengo la capacidad para ser de las mejores en la justa regional."

Los triunfos siguieron para Cinthia, tras su brillante participación en San Salvador.

Con la mayoría de edad, la tapatía adquirió madurez, técnica y sobre todo un férreo carácter, que no le ha permitido declinar en los momentos más difíciles.

"Quiero ser la mejor gimnasta de México, llevar el nombre de mi país hasta lo más alto, y que mi desempeño y mi nombre queden grabados."

Por ello, dedicar 12 horas diarias a entrenar, durante seis días a la semana, no es ningún sacrificio; al contrario, lo hace con mucho gusto.

"Me preparo mucho siempre para conseguir mis objetivos. Para mí, el apoyo de mis amigos y la confianza en Dios son siempre muy importantes".

Adriana Díaz Reyes, www2.eluniversal.com.mx, 18.06.06