Una cosecha que se veía venir, puesto que España se ha instalado en la elite de este deporte, pero en una competición, donde sorprende que aún no hubiera estrenado su medallero.

Con Rusia considerada como de otra galaxia, insuperable, la selección española estuvo a punto de dar la campanada en la última jornada, al quedarse a un suspiro de batir a las japonesas que competían como grandes favoritas para la segunda posición.

El equipo nipón cuenta en su palmarés con dos medallas olímpicas de plata (Sydney y Atenas) y además nadaba en su piscina, arropada por su público.

Sin embargo se vio sorprendido por la mañana en el ejercicio técnico, a pesar de que las pupilas de Tarrés estrenaban coreografía y sin su gran estrella, Gemma Mengual, a la que su entrenadora dio descanso.

La danza húngara que interpretaron las españolas en la Piscina Internacional de Yokohama obtuvo un doble 48.700 en ejecución e impresión general.

El público nipón se quedó boquiabierto puesto que esa puntuación empataba con la de sus nadadoras (48.800 en ejecución y 48.600 en impresión general).

"Hemos dado un paso de gigante, porque en la misma modalidad las japonesas nos sacaron medio punto en el pasado Campeonato del Mundo de Montreal y ahora por primera vez en la historia les hemos empatado", afirmó emocionada la seleccionadora española, pese a reconocer que al final los jueces se dejaron llevar por el hecho de Japón competía en casa.

"Creía que les ganaríamos en el artístico porque el suyo es más simple, es muy poco original", explicó, al tiempo que recordó que ella sacó a la piscina a un equipo renovado, con nadadoras que el año pasado eran suplentes.

España repitió la vanguardista coreografía inspirada en el Centenario del nacimiento de Salvador Dalí que ha exhibido en las últimas citas internacionales de sincro.

En el agua, Paola Tirados, Andrea Fuentes, Tina Fuentes, Alba Cabello, Raquel Corral, Laura López, Gisela Moron e Irina Rodríguez sorprendieron con la modernidad de sus figuras y contaron con los gritos de apoyo de la doble campeona del mundo, la francesa Virginie Dedieu, retirada desde el año pasado.

Las juezas premiaron a las españolas con una puntuación en el mérito técnico de 48.800, al que añadieron 49.000 en la valoración artística.

Parecía que tenían suficientes puntos para asegurarse la segunda posición, puesto que poco después el equipo japonés comenzó su rutina libre con un resbalón de una de sus nadadoras en el momento en el que se lanzaba al agua y que cortó la respiración a gran parte del público.

Aún así, los jueces otorgaron a las anfitrionas un 49.100 en la impresión técnica y un 49.000 en la artística que causó el delirio en la grada donde algunas espectadoras rompieron a llorar.

"Está correcto que el triunfo se lo den aquí a Japón", afirmó Anna Tarrés con la mente puesta ya en los Campeonatos del Mundo de Melbourne, del año que viene y los Juegos Olímpicos de Pekín, en el 2008, citas para la que ya está preparando nuevas coreografías, esta vez con ritmos africanos.

Rusia demostró que sigue siendo inalcanzable al finalizar con una nota global de 99.100, muy por encima de Japón que obtuvo 97.750 y España con un 97.600.

La selección rusa pasó como un vendaval sobre Yokohama al ganar las cuatro medallas de oro en juego y como consecuencia la Copa del Mundo, por cuarta edición consecutiva.

es.sports.yahoo.com, 17.09.06